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Samstag, 17. Dezember 2011

Donde están mis Regalos

Bueno, después de corregir esto ya numerosas veces, no dejo de encontrar errores. Pese a esto no quiero evitarles el tal vez leerlo. Espero que les complazca un poquito. Como ya he escrito anteriormente, escribir son minutos, traducir horas y hasta días, disculpen que no puedo hacerlo mejor.


Donde están mis Regalos


Pasos ligeros se escucharon en el zaguán, unas zapatillitas de color rosado se deslizaban por el piso de mosaico.

 La meta era el gran árbol de Navidad que estaba en la sala. El árbol verde oscuro, con su bella decoración navideña era mucho más alto de lo que era papá. El, tuvo que subirse a una
escalera para llegar a poner la estrella en la parte superior de este. Para la pequeña Ani, papá era el más grande , el más valiente y el mejor de todos, ella solo le llegaba hasta la cadera.

Tomi iba con ella, Tomi siempre iba con ella igual lo que Ani hiciera, tanto cuando Ani hacia algo que le fuese permitido como cuando hacia cosas que papá y mamá le había prohibido.


Bajar sola de la primera planta a la planta baja, no estaba permitido, pero tampoco había una prohibición. Tomi no sabía si hacerlo estaba bien y Ani decidió correr el riesgo, ella quería apurarse, cuando mamá y papá se levantaran, ella ya estaría de nuevo acostada en su cama. Ellos ni siquiera se darían cuenta.

Ani se encontró en el pasillo casi enfrente de la escalera a la Sra. Gwen extendida en el piso con sus cuatro extremidades estiradas y profundamente dormida, la niña se puso de cuclillas y la gata gorda abrió los ojos molesta. Ani subió su pequeña mano hasta la altura de su boca y
puso un dedito sobre sus Labios con el propósito de darle a entender a la Señora Gwen que debería quedarse muy tranquila para que no se despertara nadie "ssssssssssssssssssssscccccccccchhhhhhhhhh" después de esto, Ani siguió su camino.

Tomi dio a pensar, que tal vez sería mejor ir a la planta alta y esperar que mamá y papá llegaran a llamalos, pero Ani no quiso escuchar nada al respecto
.
Tomi, tenia las perlas de sudor en su frente de peluche ya numerosas y cuando le corrían entre el peluche, le hacían un poco de cosquillas. Él conocía muy bien a mamá, ya el había sido hace muchísimos años antes, cuando mamá todavía estaba tan pequeña como Ani ahora, su compañero y a mamá, eso Tomi lo sabía muy bien,  no le gustaba que ignoraran sus instrucciones. El estaba seguro de que mamá iba a llamar en el Polo Norte, a decirle a Santa que recogiera los regalos, puesto que Ani no fue obediente, ella no tenía derecho a estos. Tomi se puso muy triste.


Tomi sintió un leve toque en su espalda, una pata blanca como la nieve le acarició y el sabía que esto no era nada bueno. Tomi estaba colgando de su brasito derecho de la mano derecha 
de Ani, para su gusto estaba el muy cerca de el suelo. El se volvió hacia abajo y miró hacia atrás, lo que vio no le complació en lo más mínimo. Un par de ojos verdes y una cara de piel peluda blanca, lo tenían conectado. La señora Gwen les había seguido y quería pillarlo de nuevo, la ultima vez casi pierde una oreja. Como es posible que este gato molesto no está interesado en otra cosa, el, podría por ejemplo, coger a unos cuantos ratones. Afortunadamente no habían ratones en esta casa, Tomi encontraba que esto estaba muy bien porque La señora Gwen sería mucho más útil en el Ecuador, ahí hace calor y donde hace calor, hay ciertamente muchos ratones molestos.
Ani se quedo parada frente a la puerta del salón estaba firmemente sujeta al pomo de de habrir, pero no se atrevía a hacerlo. Tal vez Tomi tenia razón, tal vez deberían ir de regreso a su habitación y esperar que mamá y papá llegaran a llamarles, pero ella estaba tan curioso. Ani se mordió el labio, solo quería arriesgar una mirada breve, después de echar un vistazo, correría de nuevo en silencio a su habitación y esperaría pacientemente a mamá. Muy cuidadosamente le dio Ani vuelta el pomo de la puerta, en la sala se había puesto durante la noche muy caliente y el aire solo se podía respirar con dificultad. Ani le hecho una mirada a Tomi y dijo "sólo una mirada breve Tomi, sólo ver" Ani entró a la habitación y se dirigió hacia el árbol, parada frente al gran árbol de Navidad donde Papá Noel la noche anterior tendría que haber depositado los regalos, buscaba ella con la mirada, donde podían estar, pero por más que veía no había nada allí. Ani apretó a Tomi contra su pecho, "él no me ha traído nada Tomi" su pequeña boca estaba torcida "No tengo nada", Tomi quería consolarla, pero no encontró una sola palabra de consuelo para ella. El trató de abrazarle con sus cortos brazos, pero el sólo tenía 40 centímetros de alto, ¿cuanto es posible de abrazar con brazos que aproximadamente solo 12 cm de largo son??? A Tomi le era muy impotente ayudarla moralmente, pero no podía. El también quería llorar.


Ani corrió alrededor del árbol y luego miró detrás de el sillón, pero en ninguna parte había nada, daba la impresión de que Papá Noel se había olvidado de ellos. Una gruesa lágrima brotó de su ojo azul derecho, y rodó por encima de sus mejillas rosadas. "Tomi, Santa se ha olvidado de nosotros, el ya no nos quiere." Tomi estaba seguro de que eso no era así, él ya conocía el secreto de Santa Claus y sabía que ningún niño se podía olvidar. Todos los niños reciben siempre sus regalos, algunos son grandes otros son pequeños pero ningún niño se olvidaba, que no hubiera un solo regalo para Ani, era algo, que Tomi no podía explicarse, el no sabía lo que había sucedido. Se habrán olvidado mamá y papá de poner la leche y las galletas en la mesa? ¿Qué debería hacerse ahora? Tomi trató una vez más de convencer a Ani de que volviera a su cuarto,  cuando papá se levantase, él seguro sabría explicar por qué los regalos no estaban allí "tal vez eran  tan grandes que no pasaron en la chimenea y Papá Noel entonces, los había tenido que dejar afuera", trato Tomi de consolarla "O Papá Noel está en un atasco de tráfico, el cielo está lleno de aviones y el mundo es muuuuuuuuuuuuuuuucho más grande de lo que podemos imaginarnos", trato Tomi de explicar lo sucedido, "todos los niños tienen que recibir algo y por eso el no ha llegado aquí", Tomi solo podía poner todos sus deseos en tener razón"¿Crees realmente esto Tomi?" Ani trataba desesperada mente de ser valiente y no llorar más.

"S ---------- í" Tomi aparentaba estar más seguro de lo que el realmente estaba.
"no Tomi, tu realmente no lo crees", Ani no podía contener más las lágrimas, de nuevo rodaban lágrimas amargas sobre dulce su carita, sus ojos que siempre parecían reírse habían perdido el brillo de forma instantánea, fuertes sollozos escaparon de su garganta.

Tomi intentó calmarla, si  mamá y papá bajaban ahora, seguramente el día no iba a ser bonito, era necesario convencer a Ani que se volviera a su recamara y que no llorara más.

"Ani no llores, tu vas a recibir tus regalos. ---------- estos sólo vienen un poco más tarde "
"No," lloró Ani amargamente "No voy a tener ningún regalo" un mar brotaba de esos ojos, que por lo general siempre estaban alegres.
"Santa no me quiere más, ya no me ama" sus palabras fueron seguidas por más lágrimas y lamentos.


Tomi dirigió su asustada mirada hacia la puerta, Mamá y papá estaban parados en le marco de ella. Era muy tarde para que no se enteraran, el ya no podía ayudar a Ani para que no la regañaran, lo más seguro era que el también iba a tener problemas y tendría que pasar el día en el armario oscuro por no haberla detenido.

"Ani, mi ángel, ¿qué está pasando?"

Mamá y papá corrieron hacia ella y su padre la tomó en sus brazos

"El hombre de la Navidad ya no me ama, no me ha traído nada" nuevas cascadas se derramaron de los pequeños ojos azules.
"Pero no princesa, no llores, Papá Noel te ama"
"¿Por qué no ha traído nada para mí, entonces?" Ani se frotó los ojos con la manga de su túnica, y puso la cabeza sobre el hombro de papá.
"Por supuesto que te ha traído algo, pero no está aquí", dijo Mama
"¿Dónde entonces?" Ani quería saberlo de inmediato y se erigió de nuevo.

Tomi no le presto demasiada atención a la conversación, él todavía estaba asustado esperando el momento en que papá y mamá se les pasara el susto que se había llevado, sin duda entonces venia la tormenta.

"Los regalos de este año están arriba mi tesoro, fue importante que los regalos no pasaran esta noche solos", dijo papá.
"¿Por qué?" Anis curiosidad se despertó
"Eso debes averiguar tu misma, cómo puedo ver ya eres una mujer mayor que puede bajar y subir sola por las escaleras "

Ani y Tomi se inquietaron, ahora iba a llegar la el gran regaño, pero papá y mamá se sonrieron

"Estamos muy orgullosos de ti pequeña" Mamá le acarició el cabello, Ani se sonrió, ella también estaba muy orgulloso de sí misma y Tomi respiro pues el había sostenido la respiración.

"Pero, ¿adónde?" Ani se entusiasmo de nuevo, que había traído Papá Noel que no podía pasar la noche solo?


"vas a encontrar una pequeña sorpresa en nuestra habitación" papá le puso un brazo sobre el hombro a mamá " quieres ir a ver?"
"Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii" Ani corrió hacia la escalera, Tomi como siempre tenía miedo que Ani lo dejara  caer por el camino.

La puerta del dormitorio estaba abierta y Ani entro en el como un ciclón. En una esquina de la habitación había una pequeña cesta de mimbre y cuando ella se acercó, pudo ver que en la canasta se encontraba un cachorro de Perro durmiendo sobre un almohadón de lana. Ani se volvió hacia sus padres

"¿Para mí? ¿mi perro? "
"Sí, tu perro tesoro. Papá Noel dijo que ya estás en la edad de poder cuidar a un perrito ", sonrió papá, " tienes que darle un nombre "

Ani puso a Tomi, que se había vuelto muy silencioso a la vista de el nuevo miembro de la familia, en el piso de la habitación.

"No sé"
"Ya se te ocurrirá algo agradable", dijo mamá y recogió a Tomi de el piso " y tu pequeño Oso pendejo, no tengas miedo. tu seguirás siendo siempre el mejor amigo de Ani como todavía lo sigues siendo para mí "


Tomi no esperaba tanto, Amelia lo miraba todavía como su mejor amigo. Su corazón de algodón palpitó más rápido.


"Spulatius
*", dijo Ani
"Tienes tanta hambre princesa?" Papá levantó la ceja derecha
"No", Àni se rió entre dientes "el perrito se llama Spulatius" Ani todavía no podía pronunciar
Spekulatius
"Ah," papá tomó el pequeño cachorro en sus grandes Manos "Bienvenido a la familia Spulatius" mamá trató de mantener una cara seria.
"¿No quieres ver tus otros regalos?" Mama le ofreció una mano a Ani
"Más regalos?" Ani saltó de alegría "sí, más regalos más, sí, sí, sí, ¿dónde están?"
Están en tu habitación, te has levantado hoy tan precipitada para bajar a escondidas que les has pasado por alto".

Ani cogió a Tomi y lo apretó de nuevo contra su pecho, " Tomi te das cuenta? No fue necesario que tuvieras tanto miedo de que Papá Noel nos hubiese olvidado. Él nos ama y ha traído muchos regalos para todos nosotros. Te lo he dicho pero tu no me creíste "


Tomi ahora no entendía nada de nada más, pero no tuvo tiempo para pensar en ello porque Ani ya había emprendido una gran carrera a su dormitorio donde estaban los otros regalos.




Entre los regalos había también un paquete para Tomi, una pijama roja con bordes  verdes.



(*una galleta que solo hay en Navidad, se llama Spekulatius)

2 Kommentare:

  1. Hola,preciosas letras van desnudando lentamente la profunda y genuina belleza de este blog,si te va la palabra encadenada, la poesía,te espero en el mio, será un placer,es,

    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/

    gracias, buen día, besos sinuosos....

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  2. Hola Lilliann, me ha encantado la historia de Navidad. No te preocupes por la traducción, se entiende muy bien a pesar algun pequeño canvio de masculino y femenino.
    Buen fin de semana amiga.

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